Cuando creamos un perfil de cliente ideal estamos creando una ilusión, una representación generalizada de tus clientes más habituales. Identificarlo te ayudará a entender a tus clientes reales (y aquellos los que todavía no lo son).  Entendiendo sus necesidades y sus comportamientos podrás adelantarte y mejorar la forma que interactúas con ellos.

El cliente ideal se forma con las experiencias obtenidas de tus actuales clientes además de todos aquellos que te gustaría que también lo fueran. Dependiendo de la amplitud de tu negocio puedes idealizar desde un o dos  perfiles de cliente a diez o veinte perfiles.

También puedes crear un perfil de cliente negativo, aquel que no quieres como cliente porque no te va a reportar beneficios. Por ejemplo personas con demasiados conocimientos para tu producto o estudiantes con pocos medios.

Crear un perfil de cliente te permitirá personalizar el marketing  a diferentes segmentos de tu audiencia. Por ejemplo, en vez de mandar el mismo material a todos puedes crear diseños diferentes para cada perfil de cliente segmentando tu base de datos. Si has tomado el tiempo necesario para crear un perfil negativo también podrás borrar aquellas personas que no te interesa que reciban tus mensajes y conseguir mejores ratios de ventas.

¿Cómo crear un perfil de cliente?

Los perfiles son creados a través de una fase de investigación, encuestas y entrevistas al público al que te diriges. Esto incluye una mezcla de actuales clientes con aquellos a los que también te gustaría incorporar a tu base de datos.

  • Entrevista a tus clientes, bien en persona o bien por teléfono para descubrir que le gusta de tu producto o servicio.
  • Busca a través de la base de datos para destapar tendencias de cómo son consumidos tus productos.
  • Cuando crees un formulario de contacto para usarlo desde tu página web, introduce campos de información importante. Por ejemplo el sector o el tamaño de la compañía donde trabaja.